miércoles, 11 de junio de 2008

HISTORIA DEL FUTBOL ARGENTINO - CAPITULO I

LOS INGLESES LOCOS

El nacimiento y los primeros pasos del fútbol argentino están indisolublemente ligados a los orígenes del juego en Inglaterra. El fútbol llegó hasta nosotros en barco, de la mano de los marinos ingleses del siglo XIX, se jugó en los terrenos aledaños al puerto de Buenos Aires y se desparramó por el interior del país en los ferrocarriles ingleses. Lo jugaron antes que nadie los jóvenes anglo-argentinos (en muchos casos irlando-argentinos que le dieron sus primeros intentos, rudimentarios y entusiastas, de organización deportiva). Fue durante muchos años hasta ya avanzado el siglo XX el juego de los ingleses locos.

Si hablamos del primer partido de fútbol en Argentina podemos citar una fecha precisa: el 20 de Junio de 1867. Cuentan las crónicas de la época que se enfrentaron los Colorados contra los Blancos, formando cada equipo con sólo ocho jugadores, ya que algunos que se comprometieron a actuar sólo observaron a un costado del campo temerosos de quedar en ridículo por la rara vestimenta que lucían los futbolistas. Ganaron los Colorados 4 a 0, en un partido que comenzó a las 12.30 y terminó a las 14.30 y fue tan grande la impresión que causó ese “ deporte loco” que allí mismo los jugadores se reunieron para concertar un segundo encuentro al que le pusieron fecha: 29 de Junio. Thomas Hogg (foto), gestor de este primer partido y fundador del primer club de fútbol del país, el Buenos Aires Football, cuando fue consultado por un diario comentó: “Este juego tardará mucho en extenderse aún entre los mismos residentes británicos, aunque tenemos que insistir porque es el mejor pasatiempo, el más fácil y el más barato para la juventud de la clase media y para el pueblo”.

Algunos años más tarde de este primer encuentro, a comienzos de la década de 1880, se hicieron frecuentes en Argentina los partidos entre equipos que se formaban espontáneamente, ya que salvo el Buenos Aires Football, no había clubes organizados. La práctica era muy elemental y muchos de sus protagonistas no conocían las reglas del juego. Era todavía un deporte reservado exclusivamente a los ingleses, ya que los jugaban los empleados y los funcionarios de los ferrocarriles, los frigoríficos y otros factores de origen británico. Los criollos de aquellos tiempos lo veían como un juego de locos que no tenía ninguna posibilidad de difundirse entre ellos, más aún cuando en Buenos Aires, el English High School (foto), escuela donde se le dio un gran auge al fútbol, cambia ese mismo año de domicilio y se traslada en el barrio de Constitución al lado de un hospital de enfermos mentales. Ahora más que nunca, los criollos relacionan el fútbol con la vecindad del instituto y lo resumen en una frase: “Encontraron el lugar justo”...

No hay comentarios: